miércoles, 12 de noviembre de 2008

ESPACIO PSICOEDUCATIVO PARA DESARROLLAR EMOCIONES INTELIGENTES

El equipo del Dr Roberto Ré inaugura un nuevo espacio para trabajar las emociones y revertir los modelos o patrones mentales viciados, a través de la terapia cognitiva comportamental, en una dinámica grupal.

El espacio será coordinado por la licenciada Eva Duah, quien pertenece al equipo del doctor Roberto Re. Trabajará con la participación de cada uno de los miembros del grupo, a partir de la escucha y la mutua ayuda. La actividad es arancelada a precios comunitarios, se lleva a cabo desde el 13 de noviembre, todos los jueves, de 17.30 a 19 horas, en Doblas 190 3ro. 2, Capital Federal.
El cupo es limitado, razón por la cual es necesario inscribirse previamente vía mail a: evamdu@gmail.com.
Información sobre el doctor Roberto Re: Es médico especialista en Psiquiatría, posee un master en Neuropsicofarmacología Clínica, es miembro fundador de la Asociación Argentina de los Trastornos de Ansiedad (A.A.T.A), es fundador del teléfono para la esperanza (asistencia al suicida) y director de la RED SANAR (www.redsanar.org): grupos con orientación humanista y cristiana en el marco de la pastoral de la salud. Además, es docente en la Universidad de Buenos Aires, en la Universidad Católica de Salta y la Universidad del Salvador.
Información sobre la licenciada Eva Duah: Es licenciada en Relaciones Públicas, desde el año 2006 es coordinadora del taller de restructuración cognitiva y de los talleres para la formación de voluntarios de la Red Sanar.
Información sobre la Red Sanar:
Se constituye como una red social, que cuenta con más de 50 filiales en nuestro país y representantes en Brasil, Chile, Bolivia y México. Cuya misión es la psicoeducación para la prevención y asistencia de los trastornos de ansiedad, estrés, fobia, pánico y depresión. Además trabaja en la formación de voluntarios, quienes coordinados por un psiquiatra o psicólogo colaboran en la recuperación del enfermo, proporcionándole una cura integral multidimensional en los aspectos físicos, emocionales, mentales, sociales, valórica y espirituales.
INFORMES E INSCRIPCIÓN:
Red Sanar – Lic. Eva Duha
E-mail: evamdu@gmail.com.
Web: www.redsanar.org

lunes, 10 de noviembre de 2008

CUÁLES SON LAS CONSECUENCIAS DEL ESTRÉS PROVOCADO POR LA CRISIS FINANCIERA.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que la crisis financiera global incrementará los problemas de salud mental e incluso la tasa de suicidios, dado que a las personas les cuesta lidiar con las crisis, la pobreza y el desempleo.

La perdida de los estilos saludables de vida, la búsqueda permanente de una vida efectiva pero muy poco afectiva, la existencia placentera pero poco feliz, un sistema social de muchas esperas pero de pocas esperanzas, y una sociedad materialista y consumista desgasta al hombre, le genera vacíos difíciles de llenar, lo cual es una amenaza para el equilibrio personal.
Puede afectar tanto física como mentalmente al hombre, en mayor o menor medida, todo dependerá de su reacción frente a las situaciones estresantes, si las domina o deja que la dominen.
Aquellas personas que poseen una condición genética de vulnerabilidad ante un entorno incierto y hostil, con cambios permanentes, son más proclives a sufrir distrés y ansiedad.
En el libro “Vida sin distrés”, el doctor Roberto Ré, médico psiquiatra especialista en trastornos del espectro ansiedad – depresión y director de la Red Sanar , lo define como la reacción respuesta tensional desadaptativa, negativa, excesiva, insana y disfuncional de la persona ante una situación o estímulos estresores. Lo cual puede llevar a la ruptura del equilibrio y la armonía de la persona. Es una grave amenaza para la salud y para la personalidad.
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¿Cuáles son los síntomas del distrés en general?
Solo se mencionan los síntomas más comunes en cada una de las seis dimensiones que forman a la persona:
Físicos: dolor muscular, agotamiento, colon irritable, hipertensión arterial, cefaleas, impotencia, infertilidad, trastornos respiratorios, etc.
Emocionales: temor, miedo, ansiedad, pérdida de memoria, tristeza, ira, culpa, fatiga, mal humor, cambio cíclico de humor, indecisión, pérdida de autoestima, sudoración, tensión muscular, palpitaciones, risa nerviosa, dolor en la boca del estómago, mareos, nauseas, escalofríos, conductas adictivas, llanto, desesperación, inhibición, parálisis, etc.
Mentales: proporción a errores y accidentes, pensamientos irreflexivos, hostilidad, antagonismo, bloqueo para resolver problemas, dificultad para concentrarse, etc.
Sociales: problemas y ausentismo laboral, insatisfacción, aislamiento social, ansiedad excesiva, agresiones físicas y conductas antagónicas, bajo desarrollo personal, etc.
Valóricos: incapacidad para decidir, incapacidad para ser asertivo, vida amoral y pecaminosa, actitudes rígidas, desprecio por la vida, daño a la salud, perdida de la autoconfianza, etc.
Espirituales: pérdida de la paz espiritual, pérdida de la cosmovisión trascendente, descentramiento de la vida del espíritu.
Psicoeducación para todos
Las muestras de desesperanza, pérdida de autocontrol e incapacidad para gobernarse con autonomía; como así también la anomia moral, la pérdida del sentido existencial, y la desrealización espiritual afecta transversalmente a todos los sectores de la sociedad sin excepción.
La clase baja se ve afectada por la inequidad en la distribución de la riqueza, lo cual genera exclusión, marginación, analfabetismo cultural y emocional; la clase media se ve postergada en sus anhelos y expectativas de cara a la pérdida de esperanza y la clase alta es perjudicada por la caída de los valores financieros y bursátiles, como los precios inmobiliarios y de los alquileres, mientras que todos son afectados por la perdida del valor adquisitivo.
Ante este panorama el concepto de piscoeducar a todos, implica comprender la actual crisis, internalizando y vivenciando responsablemente los criterios e iniciativas para desarrollar en las actuales circunstancias al hombre en todas las dimensiones humanas. en clave de vida saludable. Es una tarea de responsabilidad y compromiso de cada uno y de toda la comunidad en la prevención, promoción y asistencia de la salud.
En la actual crisis es necesario la cosmovisión asociado al desarrollo de estrategias que le provean al individuo las herramientas necesarias para que acepte los cambios y sepa establecer una estrategia que le permita enfrentar y resolver en perspectiva.
¿Cómo salir de una crisis?
Con un cambio en la actitud y en la conducta se puede afrontar el distrés, que es psicoeducable y gerenciable. Para ello es necesario buscar el origen, confrontarlo, controlarlo, administrarlo y realizar una organización para evitar estar distresado.
El doctor Roberto Re elaboró veinte reglas prácticas para aprender a gerenciar el distrés:
1. Identificar y buscar el origen del problema.
2. Diferenciar lo pasajero de lo permanente, lo urgente de lo importante, lo profundo de lo superficial.
3. Identificar lo que genera efectos no deseados.
4. Saber pedir ayuda y abrir la mente a la creatividad.
5. Organizar un plan de trabajo, con objetivos y evaluaciones.
6. Diseñar un plan de acción con discernimiento de causas/consecuencias.
7. Utilizar racionalmente el tiempo.
8. Garantizar los recursos y una buena gestión.
9. Gastarse pero no desgastarse.
10. Estar en promoción y formación permanente.
11. Resolver el día a día.
12. Promover y facilitar la participación.
13. Consensuar, acordar y negociar.
14. No tener miedo a lo nuevo y creativo.
15. Delegar, integrarse en equipos interdisciplinarios y transdisciplinarios.
16. Dar respuestas a: qué, por qué, cuándo, dónde, cómo, para qué, y para quiénes.
17. No poner en riesgo la propia salud y/o la de los otros.
18. Evitar prejuicios y perjuicios.
19. Gerenciar los problemas con la minima implicancia personal.
20. El gerenciamiento de una situación de distrés debe capacitar para sanar el distrés en general.
Resilencia y asertividad, dos palabras claves frente a la crisis:
Superar traumas, crisis o cambios está en el interior de cada uno, aceptar la realidad y continuar hacia delante en la vida o quedarse en la queja y el sufrimiento, es el dilema.
Para eso es necesario ser resiliente, poder superar la adversidad y desarrollarse psicológicamente en forma correcta, saludable, eficiente y exitosa.
Para alcanzar la resiliencia es necesario un vínculo amoroso con un otro significativo: cuanto más lazos vinculares, mayor riqueza poseerá la persona resiliente y le permitirá sentirse reconocida y amada, lo que es el principio fundamental en la construcción de la resiliencia. Además es necesario conocer la ley y las normas, lo cual le permite al ser resiliente saber a que se atiene. Por último el sentido de la vida, es la brújula que orienta en los cambios y las crisis, proyecta, direcciona y permite hacer camino en la vivencia cotidiana.
Aunque la resiliencia es un proceso y como tal requiere tiempo. Después del trauma, a la persona le resulta muy difícil hablar de su propio sufrimiento, por eso es un momento de silencio que hay que respetar.
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Luego pasará por un tiempo de queja donde desea ser escuchada y que la reconozcan como víctima. De estos dos estadios se puede salir con resiliencia y acción. Este proceso es indefinido y puede llevar muchos años de vida pero la contención, cariño y amor de los afectos es fundamental para que el individuo pueda salir del silencio y la queja con acción y fortalecido.
Otro concepto clave en el gerenciamiento del distrés es alcanzar un comportamiento asertivo, que consiste en aprender a expresar los sentimientos y preferencias propios de una manera directa, honesta y adecuada; el comportamiento asertivo se caracteriza por ser respetuoso hacia los sentimientos de la otra persona y facilitador de la comunicación bidireccional. Ser asertivo es declarar o afirmar positivamente con seguridad, sencillez, o con fuerza. Desde un enfoque práctico decimos que una persona es asertiva cuando se comunica con otro, de manera directa, honesta, y adecuada, teniendo en cuenta el contexto.
Conclusiones finales:
Los trastornos mentales traen aparejados como consecuencias: sufrimiento, angustia, discapacidad, deterioro de la calidad de vida, exclusión social y laboral, suicidios, enfermedades asociadas, aumento de las erogaciones familiares, estilos de vida insanos, etc. Frente a esto el doctor Roberto Re propone hacer de la psicoeducación una prioridad mundial, en tanto y en cuanto, los desórdenes mentales no escogen a sus víctimas, ocurren en todas las culturas y en todos los estadios de la vida productiva.
[1] Vida sin distrés. Dr. Roberto Re, P. Mateo Bautista. Ed. San Pablo, 2007. Pag. 66.
[2] Resiliencia: Ética y Prevención. Guillermo Fernandez D´Adam. Roberto Federico Ré. Editorial Gabas . 2006. Capitulo 7: Resiliencia, ética y prevención, pag 101 a 115