martes, 15 de diciembre de 2009

PRIMER ENCUENTRO DE VOLUNTARIOS - ARGENTINA SOLIDARIA -

En 1985 la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 5 de diciembre como el Día Internacional del Voluntariado (DIV) para el Desarrollo Económico y Social. En conmemoración de esta fecha la Red Sanar organizó el Primer Encuentro Nacional de Voluntarios, que se llevó a cabo en el colegio Del Salvador con entrada libre y gratuita.
El encuentro, que contó con el auspicio de la editorial San Pablo y el apoyo del colegio Del Salvador, se inició con las palabras del doctor Roberto Re, director de la Red Sanar, quien expresó su preocupación por hacer de Argentina un país más solidario, considerando al trabajo voluntario como un patrón central para alcanzar una sociedad más justa y equilibrada. Además, agregó al igual que la familia, la cual contribuye con el desarrollo del niño, de la misma forma, las comunidades se enriquecen y engrandecen con las Organizaciones Sociales, las cuales considera necesarias para alcanzar la evolución del hombre, y por lo tanto, de la sociedad. Por otro lado, destacó la gratuidad como un valor central de respeto a la condición humana.
El director de la Red Sanar explicó que el objetivo del Encuentro fue, en primer lugar, reconocer la labor de millones de argentinos que trabajan de forma voluntaria y altruista para la mejora de la sociedad, es una forma de agradecerles y agasajarlos, estimulando su formación permanente, dijo el doctor Re, y además se propuso fortalecer los vínculos con otras ONG`s y generar conciencia solidaria.
Luego, la psicólogo social Silvia Callegaro, vicepresidenta del Foro Permanente para la Educación, la Ciencia y la Cultura por la Paz (FOPAZ), disertó en la mesa apertura: La importancia de trabajar en Red. La conferencista consideró fundamental las alianzas estratégicas para aunar esfuerzos, asegurar la profesionalidad, lograr una eficacia superior, una mayor sostenibilidad de los proyectos y alcanzar un impacto más fuerte en y con la sociedad. Por otro lado, manifestó que los objetivos que persigue el trabajo en red de las organizaciones sociales es construir un entramado de relaciones recíprocas mediante la colaboración, la confianza y el apoyo mutuo, basado en la solidaridad y orientado al Bien Común; ser puentes entre los que tienen problemas y los que pueden solucionarlos, generadores y facilitadores de iniciativas y favores desinteresados, explicó Callegaro, y agregó, el trabajo en red permite identificar los mecanismos participativos y de consenso para encontrar los “comunes denominadores”.
Luciana Gineste, licenciada en economía y directora ejecutiva de la fundación Claritas, una institución que brinda capacitación a emprendedores sociales, participó de la mesa apertura disertando sobre microcrédito, una tendencia que en nuestra país está creciendo. Consisten en unirse para hacer cosas buenas, explicó la economista, y agregó, es un llamado a la cohesión social, justamente, a trabajar en red, a generar vínculos para promover el bien común. Se trata de un crédito productivo que no superan los $600, para que el benefactor pueda emprender un proyecto y pueda salir de la pobreza. Es una poderosa herramienta que dignifica a las personas afirmó la licenciada, quien siguiendo el tema debate, propuesto por la Red Sanar, manifestó que los microcréditos promueven el trabajo en red, en tanto y en cuanto, es uno de sus pilares, ya que los benefactores necesitan del otro para salir adelante, en primer lugar para adquirir el microcrédito ya que se da dentro de un grupo solidario de hasta cinco personas, las cuales se comprometen a pagar la deuda, una vez que un integrante del grupo cumplió con su compromiso, recién otro puede ser beneficiado con el préstamo, es decir que se necesita de los otros para que de sus frutos, concluyó la directora de Claritas.
Cerró la mesa apertura la doctora Adela Obeid, médica psiquiatra directora del Instituto del Voluntariado en Salud Mental de la Red Sanar, recientemente creado por el doctor Roberto Ré con el objetivo de estimular la capacitación permanente tanto de aquellas personas que quieren emprender su tarea como voluntaria en el área de la salud mental, como aquellos voluntarios en acción que pretendan perfeccionar su labor.
La doctora Obeid invitó a todos a participar de una acción solidaria, impulsados por razones sociales, ideológicas, religiosas, lo importante, expresó la doctora, es encontrar el tiempo para ayudar al otro, al más necesitado. El voluntario es una persona que elige libremente dedicar un minuto de su vida a dar, pero que sin proponérselo recibe muchísimo más. El voluntario tiene el deber de formarse tanto cognitivamente como espiritualmente en el ser, en el saber y en el hacer, las tres dimensiones básicas del voluntariado. Es necesario conocer quienes somos, en primer lugar, ya que nadie puede dar lo que no es, para luego formarse en el saber, como darnos al otro, a nuestro semejante y por último aprender a hacer. Finalizó su disertación diciendo que todos, aún los que menos tienen, pueden emprender una acción solidaria.
A las 15.30 se dio comienzo a la segunda mesa debate denominada: Trabajo voluntario, los beneficios de ser solidario¸ la cual estuvo a cargo de María del Cármen Villalonga, voluntaria, hace 17 años, del Teléfono para la Esperanza de la ciudad de Murcia, España. Fue la primer delegada de la Ong en nuestro país, colaborando intensamente en la creación de la filial argentina. Actualmente se desempeña como orientadora familiar, dando charlas y cursos para futuros voluntarios y grupos de desarrollo personal. El Teléfono de la esperanza es una entidad internacional de voluntariado pionera en la promoción de la salud emocional y, especialmente, de las personas en situación de crisis individual, familiar o psico-social.
Además participó de la mesa la señora Adriana von Kull presidenta de la Asociación María de las Cárceles, la cual lleva desde el año 1998 el programa Segunda Posibilidad, comenzó como catequista en los penales y en poco más de 10 años logró cambiar el paradigma que asocia a las cárceles con universidades del delito. La conferencista presentó su experiencia de trabajo voluntario en las cárceles, donde se vive una gran violencia, provocada por el hambre y el ocio, según explicó la Adriana. Atendiendo este panorama fue que emprendió el programa Segunda Posibilidad, que consiste en la instrucción de los internos en herramientas informáticas, es una invitación a cambiar su vida, a modificar su rumbo, manifestó la presidenta de la Asociación. Los internos reparan las computadoras, que luego son entregadas a niños con capacidades diferentes traídos por los propios presos, bajo el programa colaboremos, que lleva entregada 30 computadoras. Por otro lado, desde el año 2008 fueron concedidos 220 equipos a escuelas de la provincia de Buenos Aires dentro del marco del programa Trascendiendo. Este año se lanzó el proyecto Banco de Sueños el cual trabaja con la reinserción de los liberados. Por último han entregado 75 computadoras al hospital Garrahan para que sean utilizadas en su escuela interna. Todos los programas representan para el interno una nueva forma de relacionarse y presentarse a la sociedad, para las familias una esperanza de recuperación y para el liberado una cultura de trabajo. Es necesario romper con los paradigmas, concluyó la Sra. Adriana von Kull.
A las 16.30 se realizó el break para que los participantes puedan recorrer la Feria Solidaria, donde instituciones como: Teléfono de la esperanza, Asociación María de las Cárceles, Fundación Clarita, la APEF y la Red Sanar presentaron su trabajo.
Por último a las 17 horas se dio comienzo a la conferencia clausura: La espiritualidad del voluntariado. Abrió la mesa el doctor Juan José Cuadro Moreno, médico psiquiatra y director de la filial Ramos Mejía de la Red Sanar, quién destacó la importancia de entregarse a Dios para luego ayudar al otro. Explicó que la espiritualidad posee dos aspectos, muy bien expresados por San Benito “Ora Et Labora” primero es necesario orar, es decir recibir a Dios, para luego darse al prójimo, no podemos dar sino recibimos primero, y agregó, en tanto los voluntarios son seres humanos no podrán dar, sin recibir primero, porque se agotarían. El ser voluntario es un llamado, una vocación, que proviene de aquel que nos amó primero. Por otro lado, el doctor Moreno enfatizó sobre la importancia de trabajar de manera empática, es decir ponerse en el lugar del otro, una parte de ella surge del sufrimiento personal, que nos hace más humanos y comprensivos, pero la empatía más profunda y sana, sucede cuando Dios inunda nuestro corazón, luego me acerco al otro y puedo empatizar con él contagiándole lo que Dios me dio, por la tanto la empatía es un encuentro con Dios, dejémonos encontrar por Él concluyo el doctor Juan José Cuadro Moreno.
Luego, el señor Gustavo Barreiro coordinador general del Hogar Cristo Rey, una institución que brinda asistencia para adictos al paco en la villa 21-24 en Barracas, comenzó su charla contando el cuento de la semillita y el emperador, que relata la historia de un una mujer que se presenta la fiesta donde el emperador elegirá a su esposa, para ello le entregó, previamente, una semillita a cada una de las postulantes, para que se presentaran con el resultado de su cultivo, la muchacha a pesar de su desilusión porque su planta nunca creció, se presentó y se sorprendió ya que fue elegida por el emperador porque fue la única sincera porque les había entregado una semilla falsa. Entonces Gustavo explicó que para ser voluntario es necesario la verdad, más aún cuando se tratan realidades tan complejas como las drogas, es necesario comprometerse desde la verdad, afirmó Gustavo.
El evento concluyó con las palabras de agradecimiento del doctor Roberto Re a los más de setecientas voluntarios que trabajan en la Red Sanar en todo el país, dijo que sin ellos la organización no podría seguir adelante, son uno de los pilares más importantes. Por último, invitó a todos los participantes a rezar la oración del voluntario junto a la imagen de la Madre Teresa de Calcuta, elegida por ser el símbolo más importante de la solidaridad, de entrega al prójimo.
Oración del voluntariado.
Gracias, Señor, por haberme llamado
a servir gratuitamente,
a dar mi tiempo, mis energías y mi amora quienes sufren.
Aquí estoy, Señor, envíame.
Dispón mi mente y mi corazón
a escuchar sin perjuicios,
a servir hasta las últimas consecuencias.
Envíame, Señor, a pesar de que yo
también soy débil;
así comprenderéque eres tú nuestra fuerza,
y mishermanos descubrirán tu rostro en mipresencia discreta,
envíame, Señor, y así comprenderé que
la mayor felicidad está en servirte.
Amén.

lunes, 14 de diciembre de 2009

¿CON QUIEN CELEBRAR LAS FIESTAS?

Llega fin de año y con ello los balances, las corridas, las reuniones con amigos, con los compañeros de trabajo, con viejos conocidos, el estrés, el cansancio y las fiestas, junto a ellas la pregunta inevitable ¿Con quien pasarlas? ¿Con la familia, con los amigos o en soledad para evitar conflictos?
Frente a esta disyuntiva, desde la RED SANAR, proponemos hacer aquello que nos haga sentir bien con nosotros mismos, por supuesto, sin olvidar al otro, encontrar un sano equilibrio. Es importante aprender a descubrir y a reconocer aquellos mandatos insanos, que guían nuestra vida, provocando, la perdida del goce de nuestra libertad. Entendemos como mandato a las creencias, que pueden ser positivas o negativas, las cuales poseen una fuerza normativa, que representan una ley dentro de nosotros, las cuales si no las cumplimos nos sentimos mal. Todos hemos incorporado mandatos que nos han enseñado desde la infancia, muchos de ellos, hoy, no resultan operativos para nuestra vida cotidiana. Razón por la cual es necesario aprender a discernir, con claridad, cuales son los negativos, romper con ellos y obtener una mayor libertad.
En las últimas décadas se logró superar algunos mandatos y aparecieron nuevos modelos para celebrar las fiestas, como las reuniones multifamiliares, con amigos o parejas, lo importante es no quedarse solos ya sea para paliar la tristeza, o bien, para compartir la alegría, alejarse de los seres queridos no es aconsejable. Diciembre es un mes cargado de una sensibilidad especial, es una instancia de replanteos donde se agudizan sentimientos de angustia y se tiende a hacer un balance que no siempre deja saldos positivos. Razón por la cual consideramos, que el espíritu de la navidad, seamos o no creyentes, nos impulsa a fortalecer nuestros vínculos sanos, que representan una herramienta de crecimiento.
Para que las fiestas sean saludables y no una fuente de conflicto y sufrimiento, es necesario conocernos, estar en contacto con nuestro interior para llegar a “ser uno mismo”, lo cual requiere el uso de la libertad responsable, donde soy “yo” quien elige las opciones y nos los otros los que deciden por mi. Conocernos nos permitirá realizar nuestras propias elecciones, liberándonos de dependencias externas, ya sean provenientes de personas u objetos. Para lograrlo se debe llegar a cabo la contemplación interior, a través de la autoobservación y autoaceptación, como ya lo decía Platón la vida que no se examina no merece ser vivida. Es saludable conocer qué es lo que uno tiene adentro y ordenarse para poder ser coherente con aquello que pensamos, sentimos y hacemos.
En la actualidad las nuevas tecnologías y el auge de las redes sociales impulsaron el reencuentro con viejas amistades, con parientes lejanos, muchas personas que se encontraban solas hallaron en estos medios una forma de paliar su soledad, en nuestro país es una tendencia reciente y en alza, entonces nos preguntamos ¿se podrá celebrar la noche buena o recibir el año on line? ¿Será para aquellas personas que se encuentran solas, no por elección sino por circunstancias de la vida, una manera saludable de vivir las fiestas en compañía? son interrogantes que nos plantemos, la respuesta estará en el interior de cada persona. Sin lugar a dudas Internet ha modificado la forma de relacionarnos con nuestro entorno, fomentando nuestra esencia como seres vinculados y vinculantes, nacidos para vivir en comunidad.
Por otro lado, los fóbicos sociales, son personas que sienten un miedo irracional o desproporcionado a la exposición social, padecen esta época del año, donde abundan las reuniones y las fiestas, en tanto y en cuanto, les moviliza angustias no resueltas previamente, entonces deciden aislarse, lo cual no es una muy buena opción, ya que es un trastorno que bloquea e invalida socialmente, en forma gradual, a quienes lo sufren. Para poder hacerle frente es fundamental afrontar la dificultad y no evitarla, es por eso que se les recomienda, particularmente, decidir celebrar el nacimiento de Jesús y el año nuevo en compañía de aquellas personas que lo hacen sentir a gusto.
Decidir con quién y dónde celebrar las fiestas genera conflictos internos entre el quiero y el debo, por un lado y por el otro, conflictos vinculares, los cuales por lo general son preexistentes. Teniendo en cuenta que son situaciones que se repiten todos los años es saludable dialogar, negociar y establecer ciertos acuerdos ya sea con la pareja, con la familia o con los amigos, respetando la decisión del otro, siendo flexibles ante circunstancias especiales y aceptando el acuerdo. Es necesario buscar el camino más saludable para librarnos de todas las ataduras provenientes de las viejas creencias, las cuales nos esclavizan, enferman, y limitan nuestras aptitudes y actitudes más valiosas.
Los afectos son el clima interior de nuestra vida psíquica, es la energía de la que emerge el ánimo vital, la inteligencia y la voluntad. Los momentos afectivos son inherentes a la condición humana. Viven y vibran con ella en todas sus dimensiones. La persona, a través de la afectividad, posee una dinámica propia, la cual se expresa en las relaciones vinculares. Esta condición emocional – afectiva le otorga al hombre una cierta sensibilidad, que le permitirá crecer y evolucionar, o bien, quedar a la merced de la vulnerabilidad emocional. El hombre como un ser en desarrollo se encuentra en la constante búsqueda del bienestar, de la madurez y la felicidad. Y esta se logra a través de un profundo trabajo interior, teniendo en cuenta sus seis dimensiones: física, emocional, mental, social, valórica y espiritual, en un entorno de amor sano y maduro, en relación consigo mismo, con los otros y con el Otro trascendente.
Mas allá de la espiritualidad que encierra las fiestas en general y la Navidad, en particular, seamos o no creyentes, representa un momento de regocijo, que nos llama a rodearnos de amigos, familiares o seres queridos, y porque no, construir nuevos vínculos, lo cual fortalecerá nuestra salud emocional, en primer lugar, nuestra salud mental y por ende nuestra salud física. El estar y compartir este momento con aquellas personas que son comprensivas y contenedoras es la mejor terapia, para cualquier dolencia que se pueda llegar a exacerbar en esta época.