viernes, 2 de enero de 2009

FIN DE AÑO Y DESESPERANZA.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) señalan que se consuman 2500 suicidios, diariamente, y 5 millones de personas quedan con un grado de discapacidad por haber fallado en el intento. La mayoría de los autores ponen de manifiesto que las tasas de suicidio aumentan gradualmente a medida que se acerca la primavera con picos durante el verano. [1] Frente a este panorama el doctor Roberto Re, director de la RED SANAR, la ong en salud mental más grande de nuestro país, presenta un informe sobre el suicidio, estadísticas actualizadas, los factores de riesgos, como prevenirlo y como advertirlo.

En diciembre se incrementan los casos de depresión y suicidios, si bien es un problema complejo, en esta época del año se dan circunstancias que potencian su desarrollo entre las que mencionamos: angustia, soledad, depresión, desesperación, desesperanza, inflexibilidad cognitiva, emociones, pasiones y afectos perturbados, desamparo, problemas económicos y laborales, duelos o alejamientos de seres queridos, rupturas amorosas, incapacidad de resolver crisis y cambios significativos, suelen ser causas que llevan a la ideación suicida y de no haber una adecuada contención al acto suicida.
El suicidio no es una decisión puramente intelectual, sino un complejo impulso desesperado; frecuentemente disfrazado de racionalidad, proveniente de una psicología enferma o alterada, particularmente de una afectividad o autoestima lastimada, que interpone entre la persona y su crisis el abismo de la muerte como falsa solución liberadora1.

La depresión puede ser motivo de ideación o conducta suicida.

Los trastornos depresivos alteran la psicología y la conducta, provocando intenso dolor somático, psíquico (angustia) y social, alteración en la ponderación valórica y sufrimiento existencial, puede llegar a matar a quien la padece, tanto por acción suicida como por omisión, presentando enfermedades causadas o agravadas por la depresión.
Si bien el suicidio admite cusas complejas como la cosmovisión existencial de la vida, la depresión puede ser motivo e ideación suicida. He aquí la importancia del diagnóstico precoz y que el tratamiento sea lo más eficaz y rápido posible, porque estamos ante una enfermedad grave y debe ser abordada como una emergencia psiquiátrica. Demorar el inicio de una terapia combinada puede ser una verdadera mala praxis, afirma el doctor Roberto Ré.
La depresión es un estado mental caracterizado por sentimientos de pesimismo, tristeza y desánimo, donde el individuo pierde la capacidad de placer. Es una enfermedad con descenso de la actividad funcional, afectando a las seis dimensiones del hombre: física, emocional, mental, social, valórica y espiritual.
[2] Si bien, puede ser causada por múltiples disfunciones, en el origen del cuadro depresivo siempre se encuentra un antecedente de distrés.

Concepto de Parasuicidio

El parasuicidio o lesión deliberada, es el conjunto de acciones donde el sujeto de forma voluntaria e intencional se produce daño físico y cuya consecuencia es el dolor, desfiguración o daño de alguna función y/o parte de su cuerpo, sin la intención aparente de matarse.

Estadísticas alrededor del mundo

La Organización Panamericana de la Salud (OPS), y la Organización Mundial de la Salud (OMS) señalan que el suicidio es una de las tres primeras causas mundiales de muerte en personas de 15 a 44 años. Los jóvenes son la población de más grave riesgo, dos de cada tres casos corresponden a chicos entre 15 y 24 años.
Diariamente se consuman en el mundo más de 2.500 suicidios y más de 5 millones de personas quedan con un grado de discapacidad por haber fallado en el intento. Según la OMS, el suicidio sería la décima causa de muerte en los países civilizados superando ampliamente a las muertes producidas por catástrofes, guerras y homicidios.

¿Cuáles son los factores de riesgo?

El doctor Roberto Ré señala que existen factores de riesgos en distintas dimensiones. A nivel personal se puede mencionar los trastornos psiquiátricos como la esquizofrenia, trastornos del estado de ánimo: depresión uni o bipolar, abuso de sustancias psicoactivas, trastornos de personalidad y síndrome mentales orgánicos, los cuales representan el 10% de los casos.
Existen factores demográficos la población más afectada son los jóvenes y el varón lo consuma 2 a 3 veces más que la mujer. En cuanto a los factores sociales los solteros, viudos, separados o divorciados, que viven en zonas urbanas, que perdieron un estatus social son personas propensas a consumar el acto. Otros factores de riesgos sociológicos son la marginalidad, el desempleado, el trabajo no cualificado, una problemática social, familiar o laboral grave. Cómo así también, las enfermedades físicas graves o terminales, dolor crónico, diagnóstico de lesiones invalidantes o deformantes, son factores de riesgo sanitarios.

¿Cómo llega una persona a suicidarse?

Sufrimiento existencial no contenido; puede llevar a la crisis suicida si se dan en orden creciente los siguientes elementos:
1- Rigidez cognitiva
2- Depresión
3- Razonamiento apartado de la lógica y monotematico
4- Ambivalencia emocional y afectiva
5- Impotencia resolutiva de la crisis
6- Desamparo
La búsqueda de ayuda, el encuentro efectivo de ella y/o de otras alternativas destraban el proceso de crisis.

¿Cómo detectar conductas suicidas?

El suicida siempre da señales, a saber:
· Comienza con amenazas verbales
· Cambios de conducta
· Síntomas de depresión
· Abuso de sustancias adictivas
· Compra poco comunes
· Regalos de objetos queridos sin explicación
· Pérdida de rendimiento académico.
· Conversaciones temáticas sobre la muerte
· Sosiego inesperado y repentino
· Hiperactividad
· Quejas físicas
· Promiscuidad sexual
· Sufrimientos prolongados
· Mandatos en caso de ausencia
· Verbalizaciones de que el mundo seria mejor sin ellos
Los síntomas vivenciales que configuran las 7D son el desamparo, el desapego, la desesperanza, la despersonalización, el distrés, la disfonía, la disocia (trastorno de sueño) estos representan un riesgo grave, pero en psiquiatría se considera que la presencia de los síntomas, que describe el triángulo de Schiderman, representan el riesgo más alto, estos son:
1. Odio contra sí mismo, con caída de la autoestima.
2. Estado de extrema agitación, con tensión y perturbación.
3. Visión en túnel que limita las posibilidades intelectuales y determina que el sujeto no pueda discernir claramente más allá de la situación inmediata[3]

¿Cómo prevenirlo?

El suicidio es previsible y prevenible.
Algunas medidas que reducen el riesgo pueden ser:
- En caso de duda contener las 24 horas a la persona.
- Reducir el acceso a los medios para suicidarse (pesticidas, medicamentos, armas de fuego, etc.).
- Tratar a las personas con trastornos mentales, y en particular a quienes padecen depresión, alcoholismo, esquizofrenia o estados bipolares.
- Seguimiento de los pacientes que han cometido intentos de suicidio.
- Fomentar un tratamiento responsable del tema en los medios de comunicación.
- Formar a los profesionales de la atención primaria de salud.
- Deben tomarse en serio todas las amenazas de autolesión.
- Especial cuidado debe ponerse en la convalecencia o recuperación de una depresión, muchos se producen en esa etapa
Una persona que tiene tendencias suicidas trae una carga emocional negativa muy grande y habitualmente difusión socio-familiar grave.
La prevención de conductas suicidas es una labor que le corresponde a toda la sociedad, y que se debe atender en todos los niveles: familiar, educativos, sanitarios, asistencial, implicando a todos los actores sociales.

¿Cómo tratarlo?

Contención con presencia y acompañamiento permanente + relajación + confrontación empática + terapia cognitiva + terapia de grupo + medicación + cambio de estilo de vida + espiritualidad + contención empática + acompañamiento terapéutico y/o familiar las 24 horas + dialogar + proyecto existencial valórico + psicoeducación para la víctima y su familia.
[1] Prevencion de las conductas suicidas y parasuicidas. Julio Bobes Garcia y colMasson 1997 pag 51 Barcelona
[2] Roberto Ré y Mateo Bautista, Vida sin distrés, editorial San Pablo, Argentina, 2007, pag. 244
[3] Marcelo Correa, Mateo Bautista. Relación de ayuda ante el suicidio Editorial San Pablo. 2da reimpresión, Buenos Aires, 2003.