domingo, 8 de marzo de 2009

LOS TRASTORNOS MENTALES QUE AFECTAN A LA MUJER.

En el día internacional de la mujer, la Red Sanar, la ONG más grande en nuestro país en asistencia gratuita en salud mental, presenta un informe sobre los principales trastornos que afectan al género femenino. Realizado por el doctor Roberto Ré, director y fundador de la ONG junto con Guadalupe Buttera, psicoeducadora santafesina.

En la actualidad, la mujer debe cumplir una multiplicidad de roles, dados por las complejas actividades que se cree debe realizar: sus roles históricos, que surgen de sus condición biológica, y los que resultan del mundo actual: estudiar, trabajar fuera del hogar, ser profesional, exitosa y tener un cuerpo dentro de los parámetros de la moda. En contraposición, los hombres están sujetos a otro tipo de roles, que se mantuvieron a lo largo de la historia: ser padre, marido, trabajador, mantener el hogar y brindarle protección, estos roles también tienen su complejidad pero están bien definidos.
Aquella diversidad de roles, que muchas veces, se superponen, trae como consecuencia que el género femenino sea más proclive a padecer de distrés.
Definido por el doctor Roberto Ré, en su libro Vida sin distrés, como la reacción respuesta tensional desadaptativa, negativa, excesiva, insana y disfuncional de la persona ante una situación o estímulos estresores. Lo cual puede llevar a la ruptura del equilibrio y la armonía de la persona. [1] En el caso de las mujeres, en particular, suelen estar más afectadas por el distrés provocado por cuestiones laborales, en tanto y en cuanto, se enfrentan a mayores exigencias y a una competencia más fuerte, por su condición de mujer.
El distrés laboral se provoca cuando las exigencias del trabajo no igualan las capacidades, los recursos, o las necesidades del trabajador, éste se encuentra ante múltiples estresores, que pueden estar relacionados a aspectos físicos, a la organización, al contenido o bien a las relaciones interpersonales, todos ellos pueden derivar en nocivas reacciones/respuestas. Los factores estresantes pueden aparecer prácticamente en cualquier ocupación, profesión o puesto de trabajo y circunstancia en que se somete al individuo a una carga a la que no puede ajustarse rápidamente.
Otro trastorno, que afecta mayormente a las mujeres, es el Burnout. Catalogado como una patología laboral y relacional, afectando sobremanera a las trabajadoras, quienes sufren por una sobre exigencia personal, que no es capaz de controlar sana y empáticamente, produciendo el desgaste de la mujer en todas y cada una de sus dimensiones y una alteración disfuncional en su actuar ordinario[2].
Las mujeres, que son víctimas de este síndrome, se caracterizan por estar altamente calificadas y comprometidas con su trabajo, suelen poner en primer lugar sus intereses profesionales frente a los intereses personales. Sus vínculos íntimos o matrimoniales son quienes padecen las consecuencias y terminan por romperse, en tanto y en cuanto, el trabajo es lo más importante en la vida estas mujeres. Debido a fracasos profesionales reaccionan sensiblemente y trabajan más.
El síndrome post-vacacional, es otro tipo de distrés relacionado al trabajo, que la mujer sufre en mayor medida que el hombre. Los estudios realizados indican que las mujeres entre 30 y 50 años, que realizan trabajos administrativos, son las que se ven más afectadas por este síndrome. Entendido como la incapacidad desadaptativa de retornar al trabajo eficientemente, tras la finalización de las vacaciones, esta limitación conlleva una serie de síntomas en forma de desequilibrios físicos-biológicos-psíquicos que generan reacciones-respuestas, que suelen finalizar al cabo de algunas semanas en casos extremos, aunque habitualmente desaparecen en muy pocos días.
Por otro lado, un estudio realizado por las Naciones Unidas (ONU) revela que, en nuestro país, muere una mujer cada tres días víctima de la violencia de género y además revela que las mujeres entre 15 y 44 años tienen más probabilidades de morir como consecuencia de un acto de violencia, que ante alguna enfermedad física como el cáncer o por un conflicto armado o por un accidente de tránsito.
La violencia de género puede ocasionarle a la mujer trastornos mentales como depresión, trastornos de ansiedad, pánico o fobias.
Por último señalaremos los trastornos más habituales entre las mujeres mayores a 50 años, las cuales sufren las crisis propias del climaterio. Es en esta etapa de la vida cuando las funciones biológicas, fisiológicas y neurocognitivas de la mujer comienzan a decaer. Este proceso empieza en la menopausia, que puede ser una experiencia repentina o gradual donde disminuye la secreción de estrógenos y se producen cambios en el volumen y la frecuencia de las menstruaciones hasta su interrupción. Algunas mujeres, en este período, experimentan ansiedad y depresión, suelen ser mujeres con antecedentes de mala adaptación al distrés1.
El síndrome del nicho vacío es otro de los trastornos que padecen las mujeres de edad media, cuando el último de sus hijos abandona el hogar. Por lo general, son mujeres que no han desarrollado actitudes ni actividades para contrapesar la partida, cuyo principal objetivo fue la maternidad, o bien, suelen sufrirlo aquellas parejas no felices, que mantuvieron su matrimonio por el bien de los hijos.
Por último, las mujeres mayores sufren la crisis del fin de la vida, la muerte, el duelo y el dolor. Esto despierta en ellas un dolor somático y existencial que se asocia a la vivencia de muerte inminente, siendo causa de angustia, aislamiento y depresión. Las personas, y especialmente las mujeres, reaccionan ante la muerte de acuerdo a su cosmovisión de vida y a lo que han vivido. Pueden percibirla como esperable o inoportuna; en este último caso puede conmocionar a ellas profundamente y ser altamente distresante.
[1] Vida sin distrés. Dr. Roberto Re, P. Mateo Bautista. Ed. San Pablo, 2007. Pag. 66.
[2] Vida sin Distrés. 125 preguntas y respuestas. Roberto F Ré. Mateo Bautista. Ed San Pablo. Pág. 86

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